Como se ha convertido Marruecos en el reino del cannabis

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Rivalpo
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Como se ha convertido Marruecos en el reino del cannabis

Mensajepor Rivalpo » Dom Nov 24, 2013 8:09 pm

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Todo el mundo lo sabe, Marruecos es el reino del cannabis. Al compás de las décadas, el norte del país, el rif montañoso y rebelde se transformó en pequeña Colombia del hashish.

El cultivo del cannabis habría aparecido en la región en el siglo XV. Según algunos historiadores, remontaría incluso a la llegada de los inmigrantes árabes en la región, a partir del siglo VII, donde introdujeron su semilla en la región de Ketama, enclavada en el rif oriental.

Al final del Siglo XIX, el explorador francés Moulieras que visitaba la región, indicaba que el cannabis se producía, aunque a un nivel limitado, en la tribu de Beni Khaled. El sultán Moulay Hassan Ier (1873 – 1894) había dado la autorización de cultivarlo a cinco douars (división administrativa rural) del país sanhaja (un conjunto de tribus berberiscas). El cannabis del norte de Marruecos entonces se producía esencialmentepara el autoconsumo.


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Al origen del tráfico, Tánger, la revoltosa

En 1906, la Conferencia de Algeciras (que colocó Marruecos bajo la protección de las potencias europeas) había concedido el monopolio del comercio del tabaco y del cannabis en el país a la Compañía Arrendataria Marroquí de los Kifis y Tabacos, una compañía multinacional a capitales franceses. Esta empresa tenía su sede en Tánger donde se transformaban el cannabis y el tabaco.

El kif, una mezcla de los dos, tradicionalmente fumado en pipa en Marruecos, también se fabricaba en una fábrica de Casablanca. La Compañía Arrendataria controlaba las tierras asignadas al cultivo del tabaco y del cannabis, firmando contratos con los campesinos. Estos contratos garantizaban los precios, las calidades, los métodos de transformación, las cantidades, etc pero el cannabis cultivado en las regiones montañosas del Rif, encontrándose en zona española, escapaba a su control.

Tánger la descontenta, entonces ciudad al estatuto internacional, había pasado a ser a principios del siglo XX s, la guarida de los aventureros de todas clases, de los traficantes de armas y de los fuera de la ley. Algunos de ellos aprovecharon la situación para enviar los primeros paquetes de cannabis en Europa, vía Marsella, donde las drogas exóticas como el opio de Asia ya habían encontrado a sus adeptos.

Los bancos ingleses que habían abierto sus oficinas en la bahía de Tánger garantizaban el cambio. El protectorado francés había decretado flojamente la prohibición del cannabis extendiendo su legislación metropolitana que databa de 1916 a sus colonias, pero España, que ocupaba el Rif fue aún más tolerante.

Durante los cinco años durante los cuales Abdelkrim mantuvo en la región a un Estado independiente (1921-1926), la producción de cannabis disminuyó notablemente. Este jefe de guerra berberisco (cuya rendición a los Franceses, en 1926, puso fin a la lucha anticoloniale en el RIf) consideraba que el consumo de cannabis era contrario a los preceptos del islam. Tras su derrota, las autoridades españolas estuvieron de acuerdo, para persuadir las tribus recalcitrantes de Al Hoceima, de volver al cultivo del cannabis en torno al núcleo inicial del pueblo de Kétama.

En 1926, los Franceses decidieron permitir el cultivo del cannabis en una zona limítrofe de Fès. Esta experiencia, que sólo duró tres años, entraba en el marco de la política del general Lyautey (primer residente general del protectorado francés en Marruecos) destinada a aislar la experiencia revolucionaria de Abdelkrim. Buscaba, tal como ocurre con la iniciativa española que la había precedido, satisfacer las tribus que, vecinos de las regiones en rebelión, habían aceptado la oferta de la administración francesa.

En 1954, Francia extendió la prohibición del cultivo y del consumo del cannabis a todo el Marruecos aún bajo su protectorado de manera más sever


El Rif empobrecido organiza la “red marroquí”

En 1954, Francia extendió la prohibición del cultivo y del consumo del cannabis a todo el Marruecos aún bajo su protectorado de manera más severa. A la independencia del reino en 1956, la prohibición debía mantenerse. Esta decisión fue muy mal fue acogida por los miles de pequeños agricultores del Rif que hasta entonces se habían beneficiado de la tolerancia española.

El Gobierno marroquí decidió entonces autorizar el cultivo de la planta en un perímetro limitado, situado exclusivamente en torno al pueblo de Azilal, al pie del monte Tiddighine. Además decidió comprar toda la cosecha a los campesinos para proceder oficialmente a su incineración. Sin embargo, esta medida fue rápidamente abandonada, debido a las dificultades financieras de la joven administración marroquí.

Al final de los años 50, el empobrecimiento del Rif y la rebelión de las tribus berberiscas que impugnaban la legitimidad de la monarquía causaron rebeliones reprimidas por el príncipe heredero de esos tiempos, el futuro Hassan II. Estos acontecimientos llevaron al Gobierno marroquí a tolerar el cultivo de cannabis, aceptando la idea de una economía informal que permite a los habitantes del Rif en auto-abastecerse. En parralelo, Hassan II, convertido en rey en 1961, excluyó deliberadamente la región de cualquier esfuerzo de desarrollo. En 38 años de reino, nunca hizo una visita oficial.

Los años 60 se caracterizaron en varias regiones de Marruecos por un éxodo rural masivo, consecuencia de la ruina de la agricultura de subsistencia y la mecanización de las zonas agrícolas más fértiles del país acaparadas por añadidura por el rey y sus esbirros. Empujados a emigrar en masa en Europa por la miseria, los Rifeños, venidos inicialmente para trabajar en las minas belgas, el edificio en los Países Bajos o las fábricas automóviles francesas, colocaron los primeros jalones de lo que pasará a ser más tarde la “red marroquí” que se constituyó al aliso de la crisis económica debida al choque petrolífero de 1973.

Al final de los años 70, el cultivo de cannabis ocupaba aún una superficie probablemente inferior a 10.000 hectáreas, contra 150.000 en los años 2000. En 2011, un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el crimen, UNODC, traía esta cifra a 47.500 hectáreas. Pero con la demanda incesante del mercado europeo, los campesinos aumentaron progresivamente las superficies cultivadas. La transformación en hachís, producto destinado al mercado exterior, comenzó a adquirir una importancia creciente, no obstante el cannabis (hierba) permanecia destinado al mercado local.


Una región atenazada

En los años 80, obligado por el Banco Mundial y el FMI a una política presupuestaria más drástica, Marruecos, prácticamente en bancarrota, debía hacer frente a un nuevo reparto: las políticas restrictivas establecidas por los países europeos en cuanto a inmigración. El exutorio desaparecido de Europa, ayer acogedora, que se ha convertido en ciudadela anti-inmigración, iba a duplicarse para los campesinos rifeños que poseían pocas tierras, no recibiendo ayudas del Estado, no teniendo acceso al crédito, utilizando técnicas agrícolas rudimentarias y sufriendo de la competencia de la agricultura moderna.

El cultivo del cannabis se volvió entonces cada vez más atractivo, sobre todo teniendo en cuenta que la demanda de cannabis de los mercados europeos no dejaba de aumentar. Las redes de comercialización marroquíes se consolidaron con la ayuda de traficantes europeos y se sustituyeron a los proveedores de hachís de otras regiones del mundo incluidos Líbano (que estaba entonces en guerra) y Afganistán, .

Este tiempo se caracterizó por un aumento rápido de las superficies cultivadas. Del núcleo inicial del país Sanhaja (Kétama y alrededores), el cannabis se extendió al país Ghomara (etnia del norte de Marruecos), al Jebalas (noroeste) y hacia Al Hoceima al este. A mediados de los años 90, Marruecos, forzado por la Unión Europea, llevó algunas operaciones espectaculares para afirmar su determinación de luchar contra esa "plaga".

Una “campaña de saneamiento” llevada por Driss Basri, entonces el Ministro de Interior de Hassan II, debía convencer la opinión internacional de la buena voluntad del reino. Sin embargo, un informe explosivo del Observatorio de las drogas (OGD), publicado en 1997 describía la implicación de algunas altas esferas del Estado jerifiano en el tráfico de cannabis con destino a Europa.


La “Moroccan connection” siempre tan fuerte.

A pesar de las iniciativas tomadas por Mohammed VI, desde 1999, para hacer callar los rumores de una implicación de algunos dirigentes marroquíes en estos tráficos, y sus compromisos solemnes para erradicar el tráfico con un ambicioso plan de desarrollo del norte marroquí, los años 2000 a pesar de todo se han caracterizado por una nueva extensión del cultivo del cannabis llegando a las tierras fértiles situadas fuera de las zonas de cultivo tradicionales. Esta extensión del cannabis está encerrando poco a poco una región entera en una situación peligrosa de monocultivo. A la “Moroccan connection” todavía le quedan buenos días por delante.


Fuente: Ali Amar, periodista marroquí, SLATE AFRIQUE
Traducción : Rivalpo
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Juanitoo
Mensajes: 156
Registrado: Jue Jun 06, 2013 2:35 pm

Re: Como se ha convertido Marruecos en el reino del cannabis

Mensajepor Juanitoo » Lun Nov 25, 2013 10:29 am

Muy interesante Rivalpo , gracias por compartir..


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